Desde mi perspectiva, hablar de paz implica hablar de amor, un amor que es infinito y casi incondicional. Para lograrla, es fundamental cultivar la paz interior, evitar hacer daño a otros y ayudarles a alcanzarla también. Sin esta paz interna, la vida puede resultar caótica tanto en lo personal como en lo externo, reflejándose en nuestras relaciones y en nuestra salud física. Es necesario amarse a uno mismo lo suficiente para poder amar a los demás sin importar su origen, religión, educación o estatus social, interactuando con paciencia y compasión. Considero que esta es la clave para la humanidad.

Muchos se refieren a ellos como la “Generación de Cristal”, pero desde mi perspectiva, considero que es un término equívoco. La juventud actual está compuesta por personas que se consideran adultas, pero son llamadas de esa manera sin que los adultos se acerquen realmente a comprenderlos. La mayoría de los adultos no les enseñan la importancia de la inteligencia emocional y la responsabilidad afectiva debido a sus ocupaciones. En lugar de eso, los critican y los lastiman con sus acciones o palabras, minimizándolos y juzgándolos por no saber manejarse correctamente. Sin embargo, una conversación franca sobre emociones, miedos, frustraciones y dudas puede llevar a una introspección que les permita a…